Vuelve septiembre, y con él, la incorporación a la rutina de la gran mayoría a la oficina, las clases y el día a día. Después del verano, lo habitual es engordar una media de tres kilos. En Obesidad López-Nava queremos ayudaros con algunos consejos a volver a los buenos hábitos alimenticios y deportivos y animar, de paso, a los que tienen esta tarea pendiente: ¿Por qué esperar a Fin de Año y comenzamos ya los buenos propósitos? Aquí van unos consejos para retomar la dieta en septiembre.

1. Lo mejor es ponerse en manos de un profesional

No todo el mundo puede hacer dieta por sí mismo controlando la ingesta calórica o haciendo ejercicio. De hecho, existe un desconocimiento generalizado importante sobre nutrición que puede ser peligroso, ya que estamos rodeados de dietas milagro que prometen adelgazamientos rápidos pero que son malas para nuestra salud. Lo mejor, sin ninguna duda, es acudir a profesionales cualificados. Si te sobra mucho peso, los tratamientos endoscópicos de la obesidad son una solución perfecta y sumamente seguros.

2. Aprovechar que aún hace buen tiempo para hacer deporte

Aún tenemos muchos días de temperaturas agradables, que debemos utilizar para ejercitarnos en la calle. Nada más agradable que dar un buen paseo al atardecer o a primera hora aprovechar los días que nos queden de piscina. Ante todo, hay que hacer ejercicio si buscamos una pérdida de peso. Y proseguir con ello cuando logremos el objetivo para mantenerlo y estar sanos.

3. Adiós a los excesos… de raíz

Acabado el verano, debemos desterrar los hábitos que contribuyan a subir de peso y volver a la rutina. Esto no significa que tengamos que recluirnos, sino que debemos volver a cuidar nuestra alimentación. Hábitos adecuados como son: beber mucha agua, disfrutar del sabor de las frutas y verduras llenas de nutrientes y saludables efectos que todavía encontramos en los mercados.

4. Pon a raya el estrés posvacacional

Sabemos que volver al trabajo, las clases y nuestros hábitos del día a día no es sencillo, porque con ellos suele aparecer la temida ansiedad y los atracones. Hay que intentar conseguir un ingreso suave en la cotidianeidad: aprovechar el buen tiempo, hacer ejercicio y dedicarnos tiempo de calidad son cosas que nos ayudan a estar mejor con nosotros mismos y no buscar recompensas en la nevera.