El balón intragástrico es un método orientado a la pérdida de peso, que logra resultados espectaculares en apenas seis meses. Este tratamiento sin cirugía puede cambiar la vida del paciente.

Aunque no existe un valor absoluto, el balón gástrico puede hacer perder hasta 24 kilos, siendo la media de adelgazamiento de entre 15 y 20 kilogramos en un período de seis meses. Se considera un método apto para cualquier tipo de obesidad, siempre y cuando el Índice de Masa Corporal sea superior a 25.

La intervención para introducir y retirar el balón intragástrico, que dura unos veinte minutos aproximadamente, resulta segura para el paciente cuando se realiza a través de profesionales de la medicina.

Otra de las ventajas es que, generalmente, el paciente puede volver a su casa el mismo día en que se le ha implantado el balón intragastrico. El procedimiento se realiza a través de una endoscopia, mediante la cual se coloca el balón en la cavidad estomacal para finalmente rellenarse con suero salino.

 

El BIG no requiere anestesia general tal como el paciente lo conoce, sino una sedacion intravenosa en la que nuestro anestesista inyecta en la vena lo necesario para dormir y no notar nada, y luego despertar totalmente en 2-3 minutos, sin sensacion de resaca, como antiguamente.

 

 

Asesoramiento y directrices

Antes de decidir utilizar el balón intragástrico, debe asesorarse por especialistas en el aparato digestivo y asegurarse de que cumple los requisitos oportunos.

Si se produjese una rotura del balón gástrico, lo cual es muy improbable si recurre a un centro hospitalario de confianza, la orina puede tomar un color verdoso o azulado. En ese caso no deberá asustarse porque no existe peligro para el paciente, sólo deberá contactar con su equipo médico y proceder a retirar el actual y colocar otro.

Por otra parte, el paciente debe seguir todas las directrices alimentarias y médicas para que el tratamiento sea lo más efectivo posible en el tiempo que el balón intragástrico esté colocado.