Así se desprende del ‘Consenso Internacional de Expertos’, estudio desarrollado por los mayores especialistas de cinco países europeos, Canadá y Brasil en implantación de balón intragástrico, y que ha sido presentado por el doctor Gontrand López-Nava jefe del Servicio de Aparato Digestivo y Endoscopias del Hospital Universitario Madrid Sanchinarro, perteneciente al Grupo Hospital de Madrid (HM)
Para lograr un éxito completo en el tratamiento de la obesidad con balón intragástrico, utilizado desde hace 20 años y en los cuales se ha mejorado ostensiblemente la técnica, es necesario tener en cuenta y analizar algunas cuestiones clave, como la selección, preparación y monitorización de los pacientes, y la inserción y retirada del balón. Así se desprende del ‘Consenso Internacional de Expertos’, estudio desarrollado por los mayores especialistas de cinco países europeos, Canadá y Brasil en implantación de balón intragástrico, y que ha sido presentado por el doctor Gontrand López-Nava jefe del Servicio de Aparato Digestivo y Endoscopias del Hospital Universitario Madrid Sanchinarro, perteneciente al Grupo Hospital de Madrid (HM), en el Colegio de Médicos de Madrid.
El balón intragástrico está indicado en el abordaje de la obesidad y el sobrepeso -cuando existe un índice de masa corporal superior a 27- como tratamiento coadyudante a la dieta, e incluso en aquellos pacientes que necesiten bajar peso como preparación a una operación cardiovascular, ortopédica, bariátrica o de otro tipo para reducir riesgos quirúrgicos y/o postoperatorios. Según el doctor López-Nava, en siete meses de tratamiento con el balón intragástrico se puede llegar a perder una media de 24 kilos.
La selección y preparación del paciente antes del tratamiento es imprescindible y uno de los factores clave para el éxito del mismo. En ella, debe realizarse un historial médico completo y un minucioso examen del paciente en el que se incluyan análisis de sangre y, dependiendo del historial de cada caso, una evaluación cardiológica. A esta revisión médica previa hay que unir una buena información al paciente para que pueda entender el procedimiento que se va a seguir para la implantación y tratamiento con el balón intragástrico.
Por otra parte, el Consenso Internacional de Expertos destaca la importancia de contar con un equipo multidisciplinar en el tratamiento con balón intragástrico, que debe estar formado por un endoscopista especializado en la implantación del balón; un anestesista, necesario para la sedación en la implantación y retirada del dispositivo; un psicólogo que apoye al paciente durante todo el tratamiento; y un medico endocrino que marque la dieta personalizada para cada paciente.
Tan importante o más que la preparación adecuada del paciente y una implantación por manos expertas en endoscopia, así como el llenado y sellado de la válvula de una forma adecuada, es el manejo del paciente una vez implantado el balón intragástrico, ha matizado Gontrand López-Nava.
Los pacientes con balón intragástrico implantado pueden llevar una vida normal, en la que se puede incluir la práctica de ejercicio, siguiendo unas pautas dietéticas y algunos cuidados básicos. A los siete meses de la inserción del balón intragástrico hay que retirarlo del estómago mediante una endoscopia, tras hacer un vaciado completo del mismo. En este momento, el paciente habrá adoptado nuevos hábitos y conductas alimentarias y habrá cambiado sus prioridades de alimentación, reforzado por los buenos resultados obtenidos en salud y pérdida de peso.