Es posible que su presencia en el estómago produzca náuseas y vómitos tras su colocación. Estos efectos pueden paliarse con medicación y, progresivamente, tras el proceso de adaptación.

¿Qué riesgos tiene asociados el balón gástrico?
Cualquier tratamiento tiene asociados unos riesgos en mayor o menor medida, así como reacciones adversas imprevistas a los medicamentos. Sin embargo, el mecanismo del balón es menos agresivo que otras técnicas aplicables a pacientes con sobrepeso y obesidad en grados importantes.
El balón intragrástrico se fabrica con una silicona especialmente resistente. Si el balón se desinflara involuntariamente, el colorante que lleva en el suero del relleno provocaría un cambio en la coloración de la orina, por lo que se detectaría rápidamente. Si el paciente cree que puede estar sufriendo este proceso, debe ponerse en contacto con el equipo médico para proceder a su retirada y sustitución.
El balón gástrico puede provocar lesiones en las paredes gástricas por el contacto con el instrumental médico o por la producción excesiva de ácido por la pared gástrica.